¿A dónde voy? 5 claves para darle dirección a tu vida.

En mi experiencia me he dado cuenta que ésta es otra pregunta que aparece con mucha frecuencia. Y con los años he descubierto que la mejor forma de responderla es con otra pregunta:

¿A dónde quieres ir?

Sólo nosotros mismos podemos dar dirección a nuestros pasos. Nadie más. Mientras más pronto nos hagamos conscientes de esto, más fácil será encontrar una meta a la cual dirigirnos.

 

Sin embargo, sé también que, aunque esto suene muy sencillo, llevarlo a la práctica no siempre es tan fácil. Y no es fácil porque, como dije anteriormente, normalmente ni siquiera sabemos quiénes somos o dónde estamos en este momento.

 

¿En dónde estoy ahora? 

Aquí y ahora mis dedos están en contacto con el teclado de mi computadora, escribiendo de forma casi simultánea las ideas que surgen en mi mente. Mi atención está en lo que estoy redactando. Yo estoy aquí. Este es mi momento. Nada más. Si tú por ejemplo únicamente estás leyendo esto, tu atención está puesta en estas ideas, que, a través de palabras, llegan hacia ti. El día que lo escribo es un día frío, justo a las 20:29 hrs; un lunes 1 de agosto del año 2011. Este es mi momento. Un momento que creará un puente entre tú y yo. Sin tiempo ni distancia. Aquí estoy yo: escribiendo. Y ahí estás tú: leyendo. Nada más.

 

Al centrarme en mi presente todo lo demás se desvanece.

Y tú, ¿dónde estás?

Estamos donde está nuestra atención.

Recuerdo un koan clásico que invita al estudioso del budismo zen a romper la lógica del pensamiento y a desarrollar un nivel superior de conciencia. A ir más allá de la lógica de las palabras:

¨Si un árbol cae a la mitad del bosque donde nadie lo escucha, ¿hace ruido al caer?  

¿En dónde está tu atención en este momento?

¿Estás en tu presente?

¿O estás en tu mente, imaginando lo que es tu presente?

Normalmente estamos en nuestra mente, escindidos del presente, separados del cuerpo que habitamos, acorazados en la idea que tenemos de nosotros mismos. In-habilitándonos.

Y así es difícil saber a dónde dirigirse. Pues el capitán del barco, no está en el barco.

 

Respira

¿Cómo es tu respiración?

¿Tiene el aire suficiente o sientes que te hace falta?

¿Si no te hubiera preguntado te habrías dado cuenta de cómo estabas respirando?

 

Ahora date cuenta:

¿Cómo es la temperatura del lugar donde te encuentras?
¿Qué aromas puedes percibir?
¿Qué sonidos escuchas?
¿Qué puedes tocar?
¿ Qué ves?

Lo que sea que respondas, será tu presente. Así de simple. 

Por supuesto que sí quieres podemos complicar un poco más el asunto. Pero realmente busco lo contrario. Busco ayudarte a facilitarte la vida.

Si nuestra atención no está aquí y ahora, que es en el único lugar donde podemos hacer algo por nuestra vida, deberás afrontar el hecho de que estás perdiendo el tiempo. Y, por lo tanto, tu vida.

 

¿Y el pasado y el futuro?

En términos prácticos yo diría que sólo existen en nuestras cabezas.

La diferencia principal es que uno es medianamente rígido (el pasado) y el otro, (el futuro) es una gama infinita de posibilidades.

Ir al pasado y modificarlo es algo que está fuera del alcance de la mayoría de nosotros. Lo más que podemos hacer es cambiar la configuración mental que en el presente tenemos del pasado. Al cambiar nuestra cognición, cambiará nuestra sensación y al cambiar nuestra sensación cambiará nuestro actuar. Al cambiar nuestro actuar, cambiará nuestra vida.

 

Este milagro ocurre en una terapia bien dirigida. Y, aun así, muy pocos hacen uso de esta herramienta. Parece ser que les resulta más cómodo seguir viviendo perdidos. Por supuesto que la terapia no es el único medio para conseguirlo, sin embargo, es el que mejor conozco y es por eso que hablo de ello.

El futuro, como dije antes es una gama infinita de posibilidades. Y éste, a diferencia del pasado, es mucho más fácil de cambiar, porque simple y sencillamente aún no ha ocurrido. Lo estás creando justo en este momento. Y puede ser exacto lo que tú quieres que sea:

Por ejemplo, si quieres tener dinero: ¿qué estás haciendo ahora para generarlo?, si quieres tener pareja, ¿qué estás haciendo ahora para no estar solo? Esto hablando en términos muy prácticos. Llévalo al ámbito que tú quieras, la fórmula para saber a dónde te diriges es siempre la misma:

El futuro lo creas en el presente y si bien eres libres de elegir tus actos, siempre serás súbdito de sus consecuencias. En cualquier caso, como decía Napoleón Hill, dentro de un año seguramente desearás haber empezado hoy mismo a hacer eso que dices querer hacer. 

 

Resumiendo:
Para encontrar tu brújula interna y responderte a ti mismo : ¿A dónde voy?:

1. Contesta la pregunta ¿quién eres? 

Con tu luz y con tu sombra. Sin negar uno u otro. Simplemente aceptándolos.

Recuerda que al generar conflicto entre tus polaridades desvías energía valiosísima y lo único que consigues es frenarte, entristecerte y cansarte. Te vuelves como un perro que se persigue la cola.

2. Recuerda que estás justo en el mejor lugar donde puedes estar. 

Ojo esto no quiere decir que te conformes con estar ahí, es simplemente una invitación a recordar que con los medios que hasta ahora has tenido, has llegado a donde estás, quizá no te guste, pero eso es otra historia, nada ganas recriminándote por qué no hiciste tal o cual cosa. Hiciste lo que pudiste, punto. Nadie se equivoca en el presente, únicamente nos damos cuenta que cometimos un error cuando examinamos nuestro pasado y gracias a la distancia reconocemos que pudimos haber tomado decisiones distintas.  Al hacer esta reflexión muchos se dan cuenta que han estado jugado mucho tiempo el juego de la víctima que espera ser rescatada. Y recuerda el único que puede rescatarte, eres tú mismo.

3. Si insistes en voltear a ver tu pasado, hazlo para perdonar lo que no te ha gustado y para felicitarte por lo que has hecho bien. El pasado es en general un lugar muy poco útil para estar.

4. Vive tu presente, la realidad que todos tenemos justo delante de nosotros lo que necesitamos para salir a delante. Pero sólo lo vemos cuando estamos en el presente.

5. Búscate un sueño y aférrate a él. (Sólo recuerda: el mejor lugar para encontrar un sueño, tu sueño, es dentro de ti mismo, de hecho, sólo ahí lo encontrarás).