Por definición académica veríamos que la Psicoterapia es un proceso de comunicación entre un psicoterapeuta, (es decir, una persona entrenada para evaluar y generar cambios), y una persona que acude a consultarlo («paciente» o «cliente»).
Este proceso es buscado con el propósito de una mejora en la calidad de vida del paciente y se consigue generando en este último un cambio en su conducta, actitudes, pensamientos o afectos.
Más importante aún, o por lo menos para mí, es que este proceso es un encuentro entre dos expertos: el paciente que es experto en su vida y como tal, tiene hoy el valor y lucidez para reconocer que es el momento de hacer un cambio. Y un segundo experto que es el psicoterapeuta. En este caso, mi expertise radica en el dominio de métodos y técnicas desarrolladas para generar nuevas y mejores formas de ser y estar en la vida. Vale la pena aclarar que el cambio se consigue y sólo es posible en un trabajo conjunto entre paciente y terapeuta.
El paciente en términos prácticos busca simple y sencillamente ser feliz. Y nosotros, los terapeutas, nos transformamos en facilitadores para que esto suceda, en Facilitadores de Vida®.